
El falso espejo del rey Salomón
Universidad de Durham, Inglaterra, 1881.
Cortejar a la joven heredera con quien se había prometido y, a continuación, irse de juerga con los amigos. Ese era el plan para Mateo Sanz. Su porvenir no podía ser más halagüeño…
…hasta que su tutor, el general Francisco Serrano, aparece sin previo aviso, dispuesto a llevarle de vuelta a España.
Y no va a aceptar un no por respuesta.
Mateo se sumergirá —en ocasiones literalmente— en un mundo de aventuras fantásticas, como miembro de un equipo muy especial. Extraños artefactos, pasadizos secretos y excéntricos personajes le llevarán a descubrir que su pasado no era el que él creía, y que su futuro, y el de toda Europa, podría estar dictado por el mítico espejo del rey Salomón. Y si es así, ¿por qué el espejo se empeña en hacer de él la pieza crucial en la terrible catástrofe que se avecina?
«El falso espejo del rey Salomón» es la primera novela de Juanma Ramírez. Si te gusta la ficción histórica inspirada por Julio Verne o H. G. Welles, y quieres adentrarte en el Madrid de Alfonso XII, o en la Venecia del siglo XIX, no esperes más y hazte con él.
Acerca de mí (él)…

A Juanma Ramírez la escritura le llamaba desde que era un niño, algo que comparte con casi todos los que se quieren dedicar a ésto de escribir (no es muy original en eso).
Nació y creció en San Fernando, Cádiz (España). También ha residido en Madrid y en Newcastle-upon-Tyne (Reino Unido). Ahora vive en Mason, Ohio (EE.UU.).
En cuanto a lo de mostrar sus escritos al mundo, tuvo la suerte de poder participar en las antologías Impasse y Vindicta de David Gómez Hidalgo, y algunos de sus relatos se publicaron online en NGC3660 bajo el seudónimo A. J. Numan (por ser anagrama de «Juanma» y… ¡resulta que existe un A. J. Numan real!). A pesar de todo, con ese seudónimo también escribe relatos en su blog.
De sus tiempos de estudiante de la Universidad de Cádiz, recuerda que llevó, en sus inicios y por un corto periodo de tiempo, la sección de relatos del (probablemente desaparecido) periódico universitario Aula 13. Las malas lenguas dicen que aprovechó la circunstancia para colar los suyos propios. Él ni confirma ni desmiente.
Cuando tenía seis años tuvo un accidente con un enchufe y casi se electrocuta. Desde entonces tiene una cicatriz en el pulgar. Si te encuentras con un Juanma Ramírez cuyo pulgar derecho sigue incólume, probablemente sea un impostor.
